Exportaciones agrícolas de Estados Unidos a China enfrentan incertidumbre ante preocupaciones arancelarias
La perspectiva de una renovada hostilidad arancelaria entre Estados Unidos y China plantea riesgos para las exportaciones agrícolas estadounidenses. Con Donald Trump insinuando un posible regreso a la Casa Blanca en enero y sugiriendo la idea de imponer aranceles del 60% a los productos chinos para impulsar la manufactura estadounidense, los expertos advierten sobre las posibles repercusiones para el comercio agrícola de Estados Unidos. China, que ha sido el mayor mercado para los productos agrícolas estadounidenses, experimentó una caída del 20% en las importaciones de estos bienes en 2023, y se espera que esta tendencia a la baja continúe en 2024.
En 2023, China importó productos agrícolas estadounidenses por valor de 34.050 millones de dólares. A pesar del descenso, los líderes de la industria y los comerciantes siguen considerando el mercado chino como «irremplazable», aunque buscan mercados alternativos para compensar la reducción de la demanda. La soja, una de las principales exportaciones estadounidenses, ha experimentado un cambio significativo, con una caída de la cuota de mercado china de la soja estadounidense del 40% en 2016 al 18% en 2024, ya que China recurre a Brasil en busca de suministros más baratos y abundantes.
Históricamente, Estados Unidos ha sido el principal proveedor de maíz de China, pero con la aprobación de Pekín a las importaciones de maíz brasileño en 2022, Brasil ha superado rápidamente a Estados Unidos como principal proveedor. Aunque las exportaciones de maíz estadounidense a China alcanzaron los 2.600 millones de dólares en 2023, la competencia de Brasil es notable. Las exportaciones estadounidenses de carne y despojos, que tienen menos demanda en el mercado interno, también han experimentado un descenso, cayendo a 3.300 millones de dólares en 2023.
Las exportaciones de algodón a China, que representaron una cuarta parte de los envíos estadounidenses en valor el año pasado, cayeron a 1.660 millones de dólares en 2023 desde los 3.000 millones de dólares en 2022, ya que los desafíos económicos redujeron la demanda de textiles y prendas de vestir. De manera similar, las exportaciones de sorgo de Estados Unidos a China disminuyeron a 867 millones de dólares en 2023, frente a los 1.520 millones de dólares en 2014, debido a la competencia de Argentina y Australia y a la afluencia de maíz brasileño más barato.
Las importaciones chinas de trigo estadounidense también disminuyeron, con una compra de 319 millones de dólares en 2023, la cantidad más pequeña en tres años. Esta reducción se produce mientras China aumenta la producción nacional y obtiene abundantes suministros de otros países, aunque sigue siendo necesaria la importación de trigo de alto contenido proteico para determinados productos alimenticios.
El gobierno chino ha expresado su deseo de ampliar la cooperación en lugar de embarcarse en otra guerra comercial. Mientras tanto, China continúa diversificando sus fuentes de abastecimiento agrícola y aumentando la producción nacional para mejorar la seguridad alimentaria. La posibilidad de represalias arancelarias por parte de China, en respuesta a las medidas propuestas por Trump, podría afectar aún más a las exportaciones agrícolas estadounidenses a este importante mercado.
Reuters contribuyó a este artículo.
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